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jueves, 10 de junio de 2010

ETAPA 03 - de El Casar de Cáceres a Grimaldo


"Aquel que quiere viajar feliz, debe viajar ligero"
Antonie de Saint-Exupery

Los peregrinos de a pie ya se han ido cuando me levanto a eso de las 7,00. El otro ciclista aún sigue durmiendo. Recojo mis cosas y desayuno un poco de leche y unas magdalenas que compré ayer. A las 8,00 llega una chica a limpiar el Albergue. Media hora mas tarde comienzo la etapa de hoy y dejo al otro ciclista desayunando, dice que no sabe que hacer si seguir o descansar para reponerse de una tendinitis en la rodilla. Yo también estoy con la rodilla izquierda tocada y he empezado a tomar antiinflamatorios (Ibuprofeno y Radiosalil).
Emprendo de nuevo camino. No llueve, aún, pero el cielo promete agua.

Salida de Casar de Cáceres

Salida de Casar de Cáceres
Salida de Casar de Cáceres
Salida de Casar de Cáceres

Vista de Casar de Cáceres



Miliarios


Miliarios



El camino desde Casar a Cañaveral es pedaleable en su mayor parte y no demasiado duro, algunas cuestas largas, otras bastante pronunciadas y varias portelas.
Antes de llegar al embalse de Alcántara adelanto primero al peregrino francés, luego a la alemana y mas tarde al madrileño, con quien converso un rato antes de separarnos. Mas adelante me alcanza el CicloPeregrino que deje en Casar, parece que va mejor de la tendinitis, charlamos y luego me adelanta.
El embalse de Alcántara tiene dos puentes que hay que cruzar por carretera para desviarse luego a la derecha por un camino con muchas piedras y pronunciada pendiente. Este desvío se toma justo en el punto donde se ha de cruzar la carretera si quieres ir al Albergue del embalse de Alcántara (un peregrino me contó después lo bueno que era este albergue). Desde aquí quedan unos 10 kilómetros hasta Cañaveral, el sendero discurre en algunos tramos por “calzada”. Al llegar a un cruce con un enorme cartel de madera, se puede elegir seguir recto en dirección a la Estación o bien desviarse a Cañaveral. Como comienza a llover y el cielo esta cada vez mas negro, opto por el desvío, una bajada que termina en el Puente de San Benito y que sube luego por carretera hasta el pueblo.

Embalse de Alcantara, a lo lejos

Embalse de Alcantara, a lo lejos

Cañaveral


Cartel cerca de Cañaveral

Cartel cerca de Cañaveral


Puente de San Benito

Puente de San Benito



En el “Bar-Hostal Málaga” dan las llaves del Albergue y sellan la credencial, también me ofrecen un almacén trasero para dejar la bici.
Subo al Albergue para descansar y comer algo mientras comienza a llover intensamente. El Albergue es bastante cutre, se encuentra en un primer piso y cuenta con 3 habitaciones con camas, salón con varios colchones en el suelo, baño sucio, un pequeño patio con tendedero para la ropa y una cocina con abundantes restos de basura de varios días. O los que me preceden eran unos guarros o es que aquí no han limpiado a fondo en “décadas”. Tiene también, para completar el mobiliario, una nevera de dos puertas que se caen al abrirlas… ahora es cuando recuerdo las frases que he leído por Internet como: “Si usas los albergues de peregrinos comprobarás que no todos reúnen buenas condiciones, acepta lo que te ofrezcan y agradece el esfuerzo de muchas personas que trabajan desinteresadamente para ayudarte” o “El turista exige, el peregrino agradece” o esta otra de “Peregrino, deja lo que puedas; toma lo que necesites”… en fin… ¡Gracias!… pero… esperaba un mejor Albergue en este bonito pueblo.  
Parece ser que la vivienda es propiedad de los dueños del Hostal Málaga y que se la tienen alquilada al Ayuntamiento para que ser utilizada como albergue.
Después de comer aún llueve. Pinta mal y entra agua por las ventanas… pero al rato sale el sol y me da tregua. Continuo camino hacia Grimaldo sobre las 14,30. Al devolver las llaves en el bar me encuentro de nuevo con el Madrileño, el ya se queda aquí.
Saliendo de Cañaveral… todo cuesta arriba. Primero un tramo de carretera y luego por camino. Poco después de pasar la Ermita de San Cristobal, me encuentro con una cuesta, que según la “Guía de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Sevilla” es una “SENDA EMPINADA” ...mentira… para un Peregrino puede que lo sea… para un ciclista es una pared, un muro lleno de piedras imposible de franquear pedaleando. Arrastré mi bici como pude hasta un tercio de la subida, mas o menos,  luego desmonté todo el equipaje y subí  con la bici a cuestas (ahora ligera) hasta hacer “cumbre”. Una vez arriba regresé a por las alforjas.

Cuesta "EMPINADA"

Cuesta "EMPINADA"

Cuesta "EMPINADA"


 Bici sin alforjas



Una vez superado este tramo, el el que perdí tiempo y gran parte de mis reservas de glucógeno, la cosa mejora y el camino se vuelve mas pedaleable y cómodo. Mas tarde tras una bajada por un camino semi-asfaltado, se llega a una carretera que va al Convento del Palancar. Se sigue hacia la derecha hasta un Hotel, según la guía… pero que en realidad tiene toda la pinta de una Club de alterne… y luego continua, siguiendo las flechas por un camino a la izquierda de la carretera N-630. El tramo que resta hasta Grimaldo nos introduce en uno de los bosques de encinas y alcornoques más bellos y “encantados” del recorrido, conocido como Valle de los Muertos, te deja realmente sin palabras…  al rato, las flechas amarillas nos conducen hacia una pequeña portela a la derecha del camino, con carteles que anuncian el Albergue de Grimaldo a 1 Km. Tramo corto pero cuesta arriba y poco pedaleable hasta salir a la carretera. A mi derecha el “Asador de Grimaldo” (buena pinta) y en frente el Albergue y  el “Bar  Grimaldo”.

Hacia Grimaldo

Hacia Grimaldo

Hacia Grimaldo

Hacia Grimaldo... sin palabras...



Desvío a Grimaldo



A mi llegada hay 3 Peregrinos y otros 2 CicloPeregrinos de Sevilla. El Albergue fue la antigua casa de la maestra, cuenta con 3 habitaciones con cuatro plazas en literas, un salón pequeño, cocina, cuarto de baño y otra habitación, de paso hacia una de las habitaciones con literas, que tiene varios colchones. La cocina tiene nevera, vajilla, agua caliente y lavadora (con jabón para lavar la ropa).
La credencial la sellan en el Bar Grimaldo, justo al lado del Albergue, donde también dan comidas.

Albergue de Grimaldo

Albergue de Grimaldo

En la habitación donde voy a dormir hay tan solo un Peregrino de Mallorca que me cuenta que viene a pie desde Cadiz, pasando por Sanlucar y por el Coto de Doñana, el cual ha atravesado haciendo vivac y durmiendo en los observatorios de aves del parque. Tendrá… calculo… unos 60 ó 70 años y tiene la intención de llegar hasta Fisterra y Muxia sin parar casi en Santiago, pues dice que esta ciudad se ha vuelto demasiado “comercial” con el Camino. Dice también que en el Camino Francés pasa lo mismo, que ha acabado por odiarlo por su mercantil devenir, el “Negocio” del Camino de Santiago. Hablamos también de los peregrinos, de a pie y en bici, que convierten el Camino en una carrera por etapas hacia Santiago, haciendo verdaderas burradas de kilómetros, sin disfrutar apenas de lo realmente importante “HACER EL CAMINO” y no el llegar a Santiago. Si solo vas a Santiago, hay formas mas cómodas y rápidas de hacerlo. Lo importante en esto no es el “FIN” sino el “Camino” en si mismo y disfrutarlo al máximo. Es un tipo curioso con el que coincido en todas sus aseveraciones.
Unas cervecitas para re-hidratar  y una cena en el Asador cercano, menú por 10 euros, constituyen el fin de esta jornada.
Me sigue molestando la tendinitis y tengo rozaduras por el sillín en la entrepierna, así que antes de acostarme me aplico los ungüentos correspondientes en cada zona.


Distancia recorrida: 44,00 kilómetros

Perfil Casar de Cáceres-Grimaldo





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