“Así como Don Pío (Baroja) afirmaba que el Carlismo se quita leyendo, me atrevería yo a afirmar que la intolerancia y la cerrazón se quitan viajando”
Juan Eslava Galán
Me levanto temprano y aún sin desayunar me voy pitando a la estación de autobuses con la bicicleta y las alforjas. En la consigna automática de la estación dejo el equipaje que no necesito y con la bici me dirijo a la Oficina del Peregrino donde llego sobre las 8,30... y ya hay cola.
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Cola para entrar a la Oficina del Peregrino |
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Mi Orbea en la Oficina del Peregrino |
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Cartel dentro de la Oficina del Peregrino |
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Cartel dentro de la Oficina del Peregrino |
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Al salir con mi credencial sigue la cola |
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Compostela |
Media hora después abren la puerta y comienzan a entrar peregrinos a por su Compostela. Unas dos horas mas tarde, salgo ya con la mía bajo el brazo.
Dejo la bicicleta amarrada en la Oficina del Peregrino, en unos anclajes al efecto que se encuentran nada mas cruzar la puerta. Durante el resto de la mañana doy una vuelta por la ciudad, hago unas compras y desayuno.
Visito la catedral, lastima que el Pórtico de la Gloria esta en restauración, me hubiera gustado verlo de nuevo, sin andamios claro.
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Paciencia |
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Torre de la Catedral |
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Catedral de Santiago |
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Plaza del Obradoiro |
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Plaza del Obradoiro |
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Plaza del Obradoiro |
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¿Ménage à trois? |
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¿Ménage à trois? |
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Obradoiro desde la escalinata de la Catedral |
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Fachada Catedral |
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Fachada Catedral |
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Obradoiro desde la escalinata de la Catedral |
Sobre las 14.00 voy a comer algo y luego recojo la bici para ir a la estación a esperar el autobús. El tiempo que me resta hasta las 16.30 lo empleo en embalar de nuevo la bicicleta con el film de plástico de cocina que compré ayer.
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Bici embalada con film plástico de cocina en la Estación de Autobuses de Santiago |
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Ría de Vigo desde el autobus |
El resto consistió en un largo y pesado viaje de mas de 14 horas. Llegamos a Sevilla sobre las 7 de la mañana del domingo. El autobús vino prácticamente lleno desde Santiago con peregrinos a pie y tres en bici y otro mas, también en bici, que subió en Salamanca.
Al llegar a Sevilla, quito la envoltura a la bici, monto el equipaje y me despido de dos cicloperegrinos que viajaron conmigo de vuelta y que habían realizado el camino del norte desde Bilbao.
El regreso a casa lo hice de nuevo pedaleando y en metro... no era cosa de andar molestando a nadie un domingo a las 7 de la mañana para que te vinieran a buscar... total ya puestos.
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Ría de Vigo desde el autobús |
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Orense desde el autobús |
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Orense desde el autobús |
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Llegada a casa |
Queda en asuntos pendientes:
el tramo de Sevilla a Mérida
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el tramo de Santiago a Fisterra y Muxia
para mejor ocasión.
¡¡¡BUEN CAMINO A TODOS!!!
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