CAMINO DE SANTIAGO: VÍA DE LA PLATA Y CAMINO SANABRÉS EN BTT: ETAPA 03 - de Granja de Moreruela a Santa Croya de Tera

"No tenia miedo a las dificultades, lo que le asustaba era la obligación de tener que escoger una camino. Escoger un camino significaba abandonar otros"

Paulo Coelho

Amanece lloviendo intensamente. Espero un rato... A las 9 no ha parado de llover pero ya no puedo esperar más, así que me enfundo un pantalón impermeable y el chubasquero y me echo a la calle. En este pueblo la carretera esta mas alta que las calles y a ambos lados de la misma corre el agua como con 2 palmos de altura... un bonito día para andar en bici... el resto de ciclistas, excepto los PROS que ya han salido hace rato, esperan aún en el albergue.

Con este panorama decido no seguir por caminos mientras pueda evitarlo -al menos hasta que deje de llover-. Sigo por la carretera N-630 hasta el cruce con la comarcal Z-123 que va primero hacia Puente Quintos, luego hacia Faramontanos de Tábara y después a la propia Tábara.

Mapa y GPS cerca de Puente Quintos

Puente Quintos

Puente Quintos y río Esla

Rio Esla desde Puente Quintos

Todo este tramo hasta Tábara no paró de llover. En la Iglesia de Santa María de Tábara me paré un rato para intentar secarme un poco y comer algo refugiándome en el soportal de la propia Iglesia. Como no tiene pinta de parar de llover, en Tábara enlazo con la N-631 en sentido Orense durante unos 11 o 12 km. hasta el cruce que va a Litos y desde allí a Bercianos de Valverde. El comienzo de la carretera que va a Litos estaba en obras por la construcción de la linea del AVE Madrid-Galicia.

Refugiado en la Iglesia de Tábara

Iglesia de Tábara

Camino despues de Bercianos de Valverde

Tras atravesar el pueblo de Litos, ya cerca de Bercianos me encuentro un enorme cartel que anuncia un desvío a Villanueva de las Peras y la Iglesia de Santa Marta de Tera a tan solo 6 km por carretera... que tentación... pero dado que ya no llueve y por afinidad (soy Berciano, pero del Bierzo en León) sigo hasta Bercianos de Valverde para enlazar -ahora si- con el trazado oficial. Ya rodando por el camino entro en el pueblo y salgo de él por otro... Mucho barro, mucha agua y varios eternos kilómetros después – con algunas cuestas de “bajate que no puedes”- me encuentro con un banco de madera bajo un árbol con una flecha que anuncia “refugio a 150 m.”, paro un rato allí mismo puesto que de nuevo ha comenzado a llover.

Pequeño refugio

Cierto... un poco mas adelante a la derecha hay construido un refugio a la vera del camino con techo de chapa, paredes de ramas y con una mesa y bancos para sentarse. Al lado, un enorme cartel anuncia mi destino de hoy, el albergue privado “Casa Anita” de Santa Croya de Tera, a donde llego unos kilómetros después. Para llegar al albergue hay que cruzar todo el pueblo, no tiene perdida, es una calle que discurre en el último tramo paralela al rio Tera, el alberque está justo antes de salir del pueblo por el puente que cruza el río hacia Santa Marta de Tera.

Llegué a la puerta del albergue con barro hasta las cejas, lo primero que le pedí a Ana fue la manguera para limpiar la bici, las alforjas y ya puestos mis pantalones de agua y las zapatillas...

Ya cerca de Santa Croya de Tera

Rio Tera en Santa Croya

Entrada de Santa Marta de Tera

Iglesia de Santa Marta de Tera

Las bicis se guardan en un garaje. El albergue es de categoría, limpio y amplio. Dan comidas y cenas y tienen un ordenador publico con acceso a Internet -donde pude consultar la previsión del tiempo-.

En el albergue pude darle la ropa sucia a Anita para que la pusiera en la lavadora y luego ponerla a secar en una habitación en la que encendieron la chimenea para que se secara...

Después de una gratificante ducha comí en el albergue con algunos peregrinos mas. Ya por la tarde, deja de llover y nos permite a mi y al ciclista madrileño de ayer -Pablo, que llego mas tarde, también lleno de barro y con el móvil empapado- ir a visitar la Iglesia de Santa Marta de Tera, que cuenta con una imagen de Santiago Peregrino que tengo interés en ver.

Tras la cena y las fotos que nos hicimos con la hospitalera llegó la hora de descansar...